El 60% de los consumidores de viagra lo toma sin receta.
Cuando salió la droga, en el ‘98, se vendieron 32 mil pastillas en todo el año. La demanda aumentó a tal punto que para 2011 se proyecta una venta de 25 millones de píldoras: unos 46 comprimidos por minuto.
A su vez, el aumento explosivo de la demanda de esta medicación ha generado un canal ilegal de comercialización donde la venta a granel, el delivery y la oferta por internet son modalidades corrientes para proveerse de esta droga de “expendio bajo receta archivada”.
“Ahora nos agarramos la cabeza por un decomiso de 300 mil pastillas de viagra realizado hace seis meses por la AFIP, pero esto es sólo lo que sale a la superficie”, dijo a este diario Marcelo Peretta, titular del Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos (SAFyB), que estimó que la cifra negra de venta de esta droga es 10 veces mayor que la conocida.
“El viagra tomó una dimensión de píldora recreativa dejando atrás su uso terapéutico y esto responde a las necesidades de un estilo de vida donde el alto rendimiento sexual pasó a ser una obligación para jóvenes y adultos”, explicó el facultativo.
Para tener una idea de lo que significa este mercado, baste saber que en el `98, cuando apareció la droga (sildenafil), se vendieron 32.000 pastillas en todo el año, mientras que para todo 2011 se proyecta un consumo cercano a los 25 millones de píldoras, algo así como 46 comprimidos por minuto.
“Esto explica la variedad de circuitos de venta por fuera del canal farmacéutico que aparecieron últimamente”, dijo Peretta, que enumeró la venta por internet y la venta directa al paciente en una especie de delivery que hacen algunos laboratorio marginales, evitando la intermediación del profesional farmacéutico”, señaló Peretta.
Según las cifras aportadas por el SAFyB, el 60 por ciento de los que consumen viagra lo hacen sin receta médica.
“Un millón y medio de personas toma sostenidamente esta droga, no para una noche sino todas las noches”, explicó el profesional, que precisó que el consumo de este fármaco tiene un efecto psicológico parecido a la adicción, ya que las personas que los usan asiduamente se acostumbran y lo toman por las dudas.
“Hoy día es muy fácil comprar un blister de viagra sin receta médica”, contó Peretta, que explicó que en su desarrollo esta droga (sildenafil) fue pensada para tratar la disfunción eréctil que aqueja a los hombres de más de 50 años y con venta bajo receta archivada. “Ahora vas a un boliche y el barman te la ofrece junto con la pastilla de éxtasis o las comprás por internet, e incluso hay lugares donde la venden a granel”, señaló el profesional.
Peretta explicó que hay bandas que se dedican a la producción masiva de estas pastillas y que en seis horas una máquina produce 500 mil comprimidos que después se venden en bolsas en distintos lugares del Conurbano.
El profesional advirtió que este abuso no es gratuito ya que el sobre-consumo de la droga puede producir trastornos de salud entre leves y graves.
“Se calcula que el 5% de los consumidores sufre efectos secundarios como gases, hipotensión, problemas de próstata, dolor de cabeza y priapismo (erección continua y dolorosa por varias horas). Y se está viendo en jóvenes que el uso prolongado de la droga reduce la calidad de los espermatozoides”, señaló Peretta.
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